Desde las primeras civilizaciones, hasta las sociedades más alejadas de nuestro mundo, los humanos han constituido mitos que les permitan aprender su medio de vida y su lugar en el mundo en el que viven. Las fábulas, que nos presentan muchos personajes con muchos detalles, tienen el mismo cometido: resolver las grandes preguntas que nos planteamos en nuestra existencia. ¿De dónde venimos? ¿Para qué estamos aquí? ¿Qué pasó después de la muerte?…
Los mitos, con todos sus símbolos y la contundencia de su contenido, establecen lazos profundos que trascienden la diversidad cultural. Nos da un sentido de incitar al pensamiento colectivo y darle engranajes a lo largo de la historia. Es un tipo de narración que ha sido transmitida de padres a hijos, ha ido tejiendo un legado del cual nos formamos parte, sean cuales sean las circunstancias en que se produce la vía que hemos convenido, y sin importar en qué parte del mundo nos hallamos.
La Esencia del Mito
Un mito es mucho más que un relato fantástico. Es un relato con un contenido sagrado, ya que intenta explicar cómo llegó a existir algo en este mundo. A través de ellos, los ancestros de los hombres encontraron una forma de dar respuesta a los fenómenos naturales, de establecer reglas de comportamiento y de ofrecer valores fundamentales para lograr la cohesión social.
En los mitos aparecen siempre los dioses, los héroes y los seres sobrenaturales; se desarrollan en un momento anterior a conocer la historia. En el mito griego de Prometeo, no se relata uno de los relatos grandes de cómo la humanidad obtuvo el fuego; pero también aparecen temas universales como la rebelión en contra del poder divino, las consecuencias del conocimiento.
El mito fundamental, la base de nuestra comprensión
El concepto de mito fundamental es particularmente significativo en el estudio de la mitología. Se trata de aquellas narrativas primordiales que establecen las bases de una cultura o civilización, funcionando como piedras angulares de su cosmovisión. Estos mitos fundamentales suelen abordar:
- La creación del universo (cosmogonía)
- El origen de la humanidad (antropogonía)
- El establecimiento del orden social
- La explicación de la muerte y el más allá
- La justificación del orden moral
Piensa, por ejemplo, en el Génesis. No es solo un relato sobre cómo apareció el mundo y los primeros humanos, nos permite entender quiénes somos como seres humanos y cómo deberíamos entablar el proceso de vivir, cuál es esa conexión tan especial que deberíamos establecer con lo divino.
Características Distintivas del Mito
Los mitos poseen características específicas que los distinguen de otras formas narrativas:
- Carácter sagrado y trascendental
- Ubicación en un tiempo primordial
- Participación de seres divinos o sobrenaturales
- Función explicativa de aspectos fundamentales de la existencia
- Transmisión generacional como parte de una tradición cultural
Mitos vs. Leyendas
Es común, que las personas confundan, los mitos y las leyendas son formas narrativas distintas con propósitos diferentes. Veamos sus principales diferencias:
Los Mitos:
- Se desarrollan en un tiempo primordial, antes de la historia
- Involucran dioses y seres sobrenaturales
- Explican el origen y naturaleza de las cosas
- Tienen carácter sagrado y universal
- Buscan responder preguntas fundamentales sobre la existencia
Las Leyendas:
- Se ubican en un tiempo histórico específico
- Protagonizadas por seres humanos (aunque pueden incluir elementos fantásticos)
- Están vinculadas a lugares o comunidades específicas
- Tienen un carácter más local y secular
- Buscan mantener viva la memoria cultural o histórica de un pueblo
El mito de Prometeo, por ejemplo, relata el comienzo del fuego y de la civilización humana, la leyenda del Rey Arturo expresa las hazañas de un personaje que vuelve a ser histórico (o semi-histórico) en un contexto concreto de la Inglaterra medieval.
La Vigencia del mito en la sociedad contemporánea
Mucha gente piensa que los mitos constituyen sólo relatos que forman parte del pasado, sin que tengan que ver con la vida actual, ni con lo que han llegado a ser el mundo moderno, ni el mundo científico.
En cambio, esos relatos ancestrales forman parte de nuestras vidas. Detente durante un instante a pensar. Esos mitos, esas grandes historias comunicadas a través de un largo proceso de transmisión de generaciones en generaciones, no sólo nos muestran quiénes somos repetidamente y de dónde venimos; nos enseñan cómo deberíamos vivir, es más, los valores que deben guiarnos en el marco de cada una de nuestras acciones (en este sentido, los mitos son como mapas que nos permiten orientarnos en la complejidad de la experiencia humana).
Asimismo, además de esto, esos mitos son, el cemento que une las comunidades, las culturas. Cada vez que compartimos esas historias, nos hacemos partícipes de algo mayor que nosotros mismos; nos indican que no estamos solos en este viaje.
En la misma línea de lo anterior, esos relatos mitológicos han sido, así mismo, la fuente de inspiración para aquellos artistas, para aquellos escritores de cada periodo de la Historia. Han formado parte de nuestra literatura, de nuestras artes, de nuestra adaptación al mundo que nos rodea. Son, como fuentes de significado, como minas inagotables que nos hacen florecer la creatividad.
Por ello, no son reliquias del pasado, son tesoros vivos que siguen resonando en nuestras almas y nos continúan orientando por el camino de los misterios de la existencia. Son parte de lo que significa ser humano, ahora y siempre.
Conclusión
Los mitos son mucho más que simples relatos de situaciones extraordinarias; constituyen miradas al entendimiento humano del universo y a la realidad de nuestra existencia en él.
A diferencia de las leyendas, que nos cuentan hechos concretos de didácticas historias mitológicas, los mitos nos hablan de las verdades absolutas; y de las cuestiones fundamentales acerca de la condición humana.
En un mundo que puede ser entendido como cada vez más tecnológico y racionalista, los mitos continúan vigentes como tradiciones de sabiduría y de significado, y recordándonos sobre el hecho de que algunas cuestiones fundamentales de la existencia humana son atemporales e Inter seducciones de las culturas.
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